Acoso en el entorno educativo
En el capítulo "1.2 El fenómeno del acoso escolar" se analizó el acoso escolar y sus causas generales. En este capítulo tendremos una visión más profunda sobre el bullying y las consecuencias que puede tener en el contexto educativo y sus protagonistas.
"Una persona sufre acoso cuando se ve expuesta, de forma repetida y prolongada en el tiempo, a acciones negativas por parte de otra u otras personas, y tiene dificultades para defenderse". (Olweus, D).
El acoso escolar es una cuestión grave que afecta a muchos alumnos en los centros escolares europeos y es un problema generalizado que afecta tanto al bienestar físico como emocional de los estudiantes. Hay varias razones por las que se produce el acoso en las escuelas europeas, pero una de las principales se debe a la falta de concienciación y educación sobre el tema. El acoso suele darse entre estudiantes, y los agresores suelen carecer de habilidades sociales, tener baja autoestima, procesar mal la información y tener problemas de adaptación. Olweus describió el "patrón de personalidad agresiva" de los acosadores como la fuerza motriz de su comportamiento mezquino.
El acoso puede adoptar muchas formas: verbal, social, físico, ciberacoso, intimidación y discriminación. El acoso verbal incluye insultos, burlas, comentarios sexuales inapropiados, mofas y amenazas de causar daño. El acoso social incluye difundir rumores, manipular amistades, excluir a alguien de un grupo y avergonzar a alguien en público. El acoso basado en la orientación sexual, que ha aumentado en los últimos años debido a las conversaciones en torno al colectivo LGBT, la situación económica y la presión de los compañeros, también puede contribuir al acoso, porque los acosadores pueden ansiar la atención y el deseo de ser percibidos como valientes y seguros de sí mismos frente a los demás alumnos.
El acoso físico consiste en pegar, dar patadas, empujar y dañar o robar las pertenencias de alguien.
El ciberacoso consiste en utilizar la tecnología para amenazar, avergonzar o acosar a alguien. La intimidación consiste en utilizar el tamaño físico o la fuerza para intimidar a alguien, mientras que la discriminación consiste en acosar a alguien por su raza, etnia, sexo, orientación sexual o capacidad. Es esencial educar a alumnos y profesores sobre el acoso y sus consecuencias. Los profesores y el personal de los centros educativos deben comprender claramente los distintos tipos de acoso y cómo identificarlos y prevenirlos. Los centros educativos también deben contar con políticas y procedimientos estrictos para abordar y resolver los casos de acoso. Hay que animar a los alumnos a que hablen si ellos o alguien que conocen está siendo acosado, y hay que enseñarles a intervenir con seguridad para ayudar a sus compañeros.
Los acosadores suelen tener baja autoestima. Este es un factor principal en el proceso de convertirse en acosador, porque tratar al otro alumno como víctima les hará sentirse más poderosos y dominantes.
La presión de grupo y el deseo de encajar puede ser un buen factor en el proceso de acoso porque algunos alumnos acosan para conservar su popularidad, mientras que otros actúan de forma violenta o amenazadora para encajar. Puede que estos alumnos no sean necesariamente agresivos, pero la presión por encajar y agradar a los alumnos populares puede influirles para acosar a otros. Tener amigos acosadores es un factor de riesgo, pero no una garantía de que se vuelvan agresivos. Ser amigo de un acosador puede aumentar la popularidad del alumno, que probablemente adoptará formas de pensar y actuar similares. Los alumnos tímidos y ansiosos tienen más probabilidades de ser víctimas si tienen amigos físicamente débiles y/o que no caen bien a otros compañeros. Los alumnos victimizados tienden a juntarse con otros alumnos victimizados. El acoso tiene consecuencias negativas para la salud tanto de los acosadores como de las víctimas, y también puede tener un impacto negativo en los espectadores.
En los factores del acoso escolar pueden influir varios elementos. Los alumnos que son percibidos como "diferentes "de los demás tienen un mayor riesgo de sufrir acoso escolar.
A continuación se presentan los factores clave:
● Ser diferente del resto del grupo
● Tener una característica física que se considera "anormal".
● Tener una religión u opiniones políticas diferentes
● Tener un estilo de vestir diferente
● Ser percibido como más débil que el resto del grupo
● Tener una discapacidad
● Sobrepeso
● Ser la persona nueva del grupo
● Ser intelectualmente avanzado
● Tener una orientación sexual o identidad de género diferente
● Tener un color de piel u origen étnico diferente
El acoso escolar afecta tanto a niñas como a niños, pero de diferentes maneras. Según el estudio realizado en 2018 por la UNESCO, los niños son más propensos a ser víctimas de acoso físico, mientras que las niñas son más propensas a sufrir acoso psicológico, además de acoso sexual.
Profundizar en los factores que inician los episodios de acoso:
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Los alumnos que no se ajustan a las normas sociales corren el riesgo de sufrir acoso. Esto incluye a los estudiantes que forman parte de la comunidad LGBT y a aquellos estudiantes que rompen las normas sociales de los estereotipos: masculinidad y feminidad.
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El aspecto físico sigue siendo una de las principales causas de acoso entre estudiantes: se refiere a la raza, el color, el estilo, la nacionalidad y la religión. Aproximadamente uno de cada cuatro estudiantes europeos que han sufrido acoso afirma que éste se basó en su aspecto físico.
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Estatus socioeconómico: el estatus económico y social del alumno es un factor importante en el proceso de acoso.
El acoso puede tener una amplia gama de consecuencias negativas para los alumnos, tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, los alumnos acosados pueden sufrir lesiones físicas, malestar social y emocional y dificultades académicas. Pueden tener miedo de ir a la escuela, problemas para dormir o una disminución de su autoestima. A largo plazo, pueden ser más propensos a sufrir depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental, así como problemas de salud física. El acoso también puede aumentar el riesgo de abuso de sustancias y dificultar las relaciones con compañeros y adultos. Dependiendo de la gravedad del acoso, las consecuencias legales pueden incluir la suspensión, la expulsión o cargos penales. El acoso puede tener consecuencias psicológicas, como ansiedad, depresión, baja autoestima y dificultades para hacer amigos y mantenerlos.
Las consecuencias educativas del acoso escolar pueden ser amplias y duraderas. Los alumnos acosados pueden tener dificultades para concentrarse en sus tareas escolares, lo que se traduce en peores notas y resultados en los exámenes. También puede provocar una disminución de la asistencia a clase y el abandono total de los estudios. Se espera que los alumnos que sufren acoso escolar con frecuencia tengan índices más bajos en la escuela que los alumnos que no sufren acoso.
La salud mental y el bienestar de los estudiantes pueden verse gravemente afectados por el acoso. El acoso se asocia a mayores índices de sensación de soledad y de tendencias suicidas, mientras que los estudiantes que sufren acoso con frecuencia tienen el doble de probabilidades de tener pensamientos suicidas, lo que genera graves consecuencias para su salud mental. Las víctimas del acoso pueden experimentar sentimientos de tristeza, depresión, ansiedad y baja autoestima. Los problemas de salud mental a largo plazo pueden incluir trastorno de estrés postraumático, pensamientos suicidas y un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de salud mental, como depresión o ansiedad. El acoso también puede afectar a la capacidad de una persona para rendir bien en la escuela o el trabajo, e incluso puede provocar problemas de salud físicos como dolores de cabeza, problemas estomacales y trastornos del sueño. El acoso activo también tiene un impacto significativo en la vida individual, siendo el acoso un factor de riesgo fuerte y específico de los síntomas depresivos. Las víctimas de acoso y los acosadores tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas más adelante, como trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, depresión, problemas para establecer relaciones de confianza e intentos de suicidio. problemas para establecer relaciones de confianza e intentos de suicidio.
Los centros escolares europeos han puesto en marcha una serie de políticas y estrategias para combatir el acoso y promover un entorno de aprendizaje seguro e integrador para todos los alumnos. Entre las medidas más destacadas figura la adopción de políticas de tolerancia cero frente al acoso, que implican la sanción estricta de todas las formas de acoso sin excepción. También se han puesto en marcha programas de prevención, como talleres, tutorías entre compañeros e iniciativas dirigidas por los alumnos, para aumentar la concienciación sobre el acoso, educar a los alumnos en el comportamiento respetuoso y fomentar la denuncia de incidentes de acoso. Se han establecido procedimientos de denuncia claros para que los alumnos y el personal informen de cualquier incidente de acoso, con miembros del personal responsables de investigar los informes y tomar las medidas apropiadas. Además, las escuelas ofrecen servicios de asesoramiento y apoyo a las víctimas de acoso y a sus familias, para ayudarles a hacer frente al impacto emocional y psicológico del acoso y dotarlos de estrategias para prevenir futuros incidentes. La colaboración con los padres, las comunidades locales y otras partes interesadas es otro aspecto clave de los esfuerzos de las escuelas europeas para hacer frente al acoso, y se anima a los padres a participar en las actividades e iniciativas escolares.
Buenas prácticas:
1. KiVa - Se trata de un programa basado en pruebas que se originó en Finlandia y ha sido adoptado en varios países europeos. Su objetivo es prevenir y reducir el acoso fomentando una interacción social positiva y mejorando el clima escolar general.
2. Respect - Este programa, ampliamente implantado en Francia, se centra en desarrollar un comportamiento respetuoso entre alumnos y profesores, fomentar la inclusión y prevenir la discriminación.
3. No Blame - Este programa es popular en el Reino Unido y consiste en un enfoque estructurado para resolver los incidentes de acoso sin culpar a nadie. Anima a los alumnos a identificar y resolver los problemas por sí mismos, con la ayuda de compañeros y profesores.
4. Peer support - Este programa implica a líderes estudiantiles formados que actúan como apoyo entre iguales y proporcionan ayuda emocional y práctica a sus compañeros que han sufrido acoso.
5. Bullying Intervention Group - Este programa se aplica en varios países, entre ellos los Países Bajos y Alemania, y en él participa un equipo multidisciplinar de profesionales que colaboran para hacer frente a los incidentes de acoso escolar y prestar apoyo a los alumnos.
6. FearNot! es un programa informático diseñado para niños de 6 a 12 años. Su objetivo principal es ayudar a las víctimas de acoso escolar a evitar la victimización, disminuir los incidentes de acoso reduciendo el número de acosadores y aumentar el número de defensores. La aplicación sumerge a los niños en un entorno escolar virtual en el que presencian un escenario de "acoso físico" y otro de "acoso relacional".
7. La iniciativa ComBuS adopta un planteamiento integral para toda la escuela con el fin de abordar el acoso escolar mediante la participación de alumnos, profesores, padres, líderes escolares y personal. Su principal objetivo es mejorar la comprensión del acoso en las escuelas y aplicar estrategias eficaces para combatirlo. Además, el programa pretende examinar las causas subyacentes del acoso más allá del entorno escolar. Como tal, un componente crítico del programa es la colaboración interdisciplinaria y el compromiso de varias partes interesadas. Mediante este esfuerzo de colaboración, la intervención pretende investigar el impacto del acoso en niños y jóvenes y crear enfoques adaptados para combatirlo.
8. ENABLE es una iniciativa apoyada por la Unión Europea que pretende hacer frente al acoso en los entornos educativos y de ocio de los niños mediante intervenciones en escuelas y centros. Su principal objetivo es atajar las causas profundas del acoso escolar abordando la cultura general que permite que persista. ENABLE se basa en la creencia de que si los niños pueden mejorar sus habilidades socioemocionales y desarrollar una comprensión más profunda de la naturaleza y el mpacto de la intimidación, serán menos propensos a participar en el acoso escolar.
El proyecto también reconoce que el acoso es un problema sistémico que resulta de una variedad de factores individuales, familiares, escolares y comunitarios, en lugar de un problema aislado que afecta sólo a las víctimas individuales y a los acosadores. El proyecto también reconoce que el acoso es un problema sistémico resultante de una serie de factores individuales, familiares, escolares y comunitarios, y no un problema aislado que afecte únicamente a víctimas y acosadores individuales.
9. El objetivo de la iniciativa #DeleteCyberbullying era aumentar la concienciación sobre la prevalencia y los riesgos del ciberacoso y difundir estrategias eficaces para identificarlo y prevenirlo en las escuelas y las familias. La intervención se dirigió a niños y adolescentes de entre 6 y 19 años, así como a sus padres.
10. El programa ConRed pretende hacer frente al ciberacoso y a otros problemas emergentes asociados al uso de internet, fomentando al mismo tiempo un comportamiento positivo en la red. Sus objetivos clave son mejorar el control sobre la información disponible en línea, disminuir el tiempo que se pasa en los dispositivos digitales y prevenir y mitigar los casos de ciberacoso.
¿Cómo pueden gestionar el acoso los centros escolares europeos?
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Crear un entorno seguro y de apoyo: Las escuelas deben crear una atmósfera que favorezca el diálogo abierto y anime a las personas a hablar sobre el acoso que han sufrido. Las escuelas también deben proporcionar apoyo a los estudiantes que han sido acosados, como asesoramiento y tutoría.
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Aplicar una política de tolerancia cero: Las escuelas deben tener una política clara que describa las consecuencias del acoso y deje claro que no se tolerará.
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Educar a los alumnos y al personal: Las escuelas deben educar sobre las consecuencias del acoso y cómo prevenirlo. Esto debe incluir formación sobre cómo manejar los incidentes de acoso, así como enseñar a los estudiantes a cuidar de sus compañeros y denunciar cualquier acoso que presencien.
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Fomentar la intervención de los espectadores: Los centros escolares deben crear una cultura en la que los alumnos se sientan cómodos interviniendo si son testigos de acoso. Esto podría incluir la introducción de programas de tutoría entre iguales para formar a los estudiantes sobre cómo intervenir, o proporcionar recursos y apoyo a los estudiantes que quieran plantar cara al acoso.
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Proporcionar recursos a padres y tutores: Las escuelas deben asegurarse de que los padres y tutores conozcan los recursos disponibles para apoyar a sus hijos, así como la forma de denunciar cualquier incidente de acoso.
VÍDEO: Protect Yourself Rules - Bullying (Español) https://www.youtube.com/watch?v=pL5HYX_UghI
RECURSO DE VÍDEO: "Cuerdas", "Strings” https://www.youtube.com/watch?v=4INwx_tmTKw
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=YPy2La2THM4
VÍDEO: The Rainbow (Anti Bullying Short Film) https://www.youtube.com/watch?v=awUU9282UYM
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