Los roles en el acoso
Bullying Prevention Part 1: Bullying Roles
Los participantes en una situación de acoso escolar son:
El acoso es un fenómeno relacional en el que hay al menos dos coprotagonistas, pero en el que también participan otros actores. Así, existen varias figuras:
- El niño o joven (CYP) implicado en la conducta de acoso: es realmente quien comete los actos de acoso.
- El ayudante: es un seguidor del CYP implicado en la conducta de acoso. A menudo también actúa de forma acosadora.
- El simpatizante: es el que riéndose, incitando o simplemente observando tiende a reforzar el comportamiento del acosador.
- El blanco: es el que sufre el acoso.
- El upstander o defensor: es el que da la cara por la víctima intentando consolarla o hacer que cese el acoso.
- El outsider o espectador: es un espectador pasivo que intenta mantenerse al margen de la situación.
El CYP efectuando un comportamiento intimidatorio
Existen diferentes tipos de acosadores. En general, la definición se refiere a una persona que siente la necesidad de dominar a los demás, siente una fuerte necesidad de poder y autoafirmación, y trata de imponer sus deseos o su dominio a otra persona o grupo. El/la joven acosador/a tiende a dominar a los demás infundiendo miedo, atacando a los miembros más débiles o indefensos del grupo y buscando la complicidad de otros miembros del grupo (espectadores). En la mayoría de los casos utiliza la fuerza física, la dominación relacional o la popularidad social dentro del grupo para conseguir su objetivo: suele tener una complexión física que le permite hacerlo y con frecuencia cuenta con el apoyo de supuestos ayudantes.
Los jóvenes que se comportan como acosadores pueden hacerlo por muchas razones. De hecho, hay pruebas de que pueden cambiar de papel según las circunstancias o las personas. También hay pruebas de que quienes se comportan como acosadores pueden tener baja autoestima, ser vulnerables o haber sufrido acoso. Típicamente, es una persona a la que le gusta defenderse, que presenta una personalidad dominante y un temperamento decididamente impulsivo, que se manifiesta fácilmente cuando se siente bajo presión. Su intención es atemorizar a los demás para que perciban su fuerza y poder e intentar hacerse con el control de la víctima. En realidad, quien tiene un comportamiento intimidatorio hacia los demás puede ser una persona frágil que utiliza este comportamiento para ocultar lo mejor posible sus "defectos" percibidos.
El objetivo o blanco
La persona que es objeto de acoso suele presentarse como alguien que difiere o se distingue de las normas o expectativas percibidas por el grupo. La investigación ha demostrado que las personas que suelen ser objeto de acoso comparten una serie de características clave.
Éstas son:
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Niños con dificultades para comprender las relaciones sociales (Garner & Stow Hinton, 2010)
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Bajo estatus social dentro del grupo (Card & Hodges, 2007)
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Percepción de "diferencia" o desviación de las normas del grupo de iguales (Horowitz et al, 2004)
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Se presentan como pasivos/sumisos o como víctimas provocadoras (Olweus, 1993)
Los resultados de ser el blanco de las interacciones de acoso pueden significar que estos jóvenes se vuelvan más ansiosos e inseguros que los demás. También pueden volverse socialmente retraídos y tener una baja autoestima o visión de sí mismos.
Algunos indicadores de violencia que se encuentran en la víctima son:
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Síntomas ansiosos: agitación física y psicomotriz, tics nerviosos, terrores nocturnos y alteración del ritmo sueño-vigilia, alteración del apetito, miedo generalizado y evitación de los entornos grupales.
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Síntomas somáticos: dolor de estómago, problemas gastrointestinales, cefaleas, dermatitis.
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Síntomas depresivos: apatía y desinterés, fatiga, tristeza, astenia, explosiones repentinas de ira, aislamiento injustificado.
Espectadores
Los espectadores son alumnos que presencian el acoso. Pueden tener una gran influencia: su reacción puede animar o inhibir a quienes acosan a otros. Hay diferentes tipos de espectadores:
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seguidores (ayudantes) - no inician el acoso, pero participan activamente en él.
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partidarios (reforzadores) - no atacan activamente al objetivo, pero dan una respuesta positiva al iniciador de la conducta acosadora, proporcionándole audiencia riéndose y haciendo otros gestos alentadores.
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defensores - no les gusta el acoso e intentan ayudar al acosado interviniendo, consiguiendo el apoyo del profesor (utilizando el lenguaje seguro) o proporcionando apoyo directo al acosado.
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extraños - se mantienen alejados, no toman partido por nadie ni se implican activamente, pero permiten que continúe el acoso con su "aprobación silenciosa".
Los espectadores pueden desempeñar distintas funciones:
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ayudar a los alumnos que practican el acoso y participar activamente en él.
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animar o mostrar su aprobación a los alumnos que practican el acoso.
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no hacer nada o permanecer pasivos.
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defender o apoyar a la víctima (el alumno acosado) interviniendo, pidiendo ayuda o consolándolo.
Los espectadores que no actúan o se comportan de forma que aprueban en silencio (mirando, asintiendo con la cabeza, haciendo la vista gorda) fomentan que el comportamiento de acoso continúe. Enseñar a los espectadores a responder adecuadamente (desalentando, interviniendo o denunciando el acoso) puede ser una forma eficaz de limitar y prevenir el acoso.
ACTIVIDAD
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Responde: ¿Cómo puedes pasar de ser un espectador a ser un defensor? (No hay una respuesta correcta)
¿Soy yo el objeto de acoso?
Para saber si te están acosando o no, es importante comprobar la actitud del supuesto acosador hacia ti, pero también es importante lo que sientes por dentro, tanto física como psicológicamente. Veamos juntos cuáles son estos signos, cómo se manifiestan y cómo ponerles remedio.
Si una o varias personas te han atacado con insultos o amenazas y los ataques han durado algún tiempo, es probable que estés siendo víctima de acoso escolar.
Una pelea entre amigos, por ejemplo durante un partido de fútbol, siempre puede ocurrir, pero para que haya acoso escolar, significa que hay intención de hacerte daño para atemorizarte y acabar aislándote de tus compañeros.
Hay otras señales que te permitirán a ti y a tu familia reconocer si te están acosando.
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Si ya no te apetece invitar a casa a tus compañeros o compañeros y pasas cada vez menos tiempo con ellos
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Si ya no entras en Internet, o viceversa, revisas a menudo tus redes sociales
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Si tienes miedo de ir al colegio o a otros lugares de reunión que solías frecuentar
Otras alarmas pueden ser las molestias físicas que sientes antes de acudir a lugares de reunión donde se produzcan abusos. Algunas molestias son:
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dolor de estómago
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dolor de cabeza
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Cambios de humor
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Brotes de ira
Este video puede ayudarte a entender mejor los signos del acoso: 6 Subtle Signs of Bullying