Las causas del ciberacoso
El uso excesivo de Internet, el acceso a la red sin la supervisión de un adulto y el uso de videojuegos violentos pueden considerarse algunas de las causas del ciberacoso.
El objetivo suele ser alguien que utiliza la red con más frecuencia que sus compañeros y, por lo tanto, tiene más probabilidades de ser el blanco de los ciberacosadores.
Una primera precaución puede ser, sin duda, utilizar el PC en una parte central de la casa donde los padres puedan supervisar la navegación por Internet. La falta de conciencia de los niños sobre la difusión de imágenes, vídeos e información personal es también un componente peligroso que no debe subestimarse: a menudo comparten su información de forma demasiado superficial, haciéndola accesible y disponible para todo el mundo.
Por último, el uso de videojuegos violentos tiende a reforzar en los ciber-CIJ implicados en conductas de acoso la idea de que los insultos y amenazas en la Red sólo pueden considerarse un juego y no violencia virtual real.
Las familias de los CYP implicados en el acoso y de los cyber acosadoes implicados en él suelen ser entornos caracterizados por un clima agresivo hostil, donde hay poca aceptación de sus hijos o donde rigen modelos educativos excesivamente autoritarios y violentos. En algunos casos, los padres son excesivamente permisivos o exageradamente indiferentes a las necesidades educativas de sus hijos. Esto puede llevar a algunos de ellos a adoptar actitudes y comportamientos prevaricadores, que también pueden tener graves efectos en los demás.
En algunas circunstancias, además, la incoherencia entre las acciones y el comportamiento educativo puede conducir al desarrollo de comportamientos especialmente agresivos en niños o jóvenes, porque son incapaces de anticipar las reacciones de sus padres y reconocer las de los demás: ciertas actitudes o palabras que se presentan como inocentes son interpretadas por ellos como ofensivas o violentas y, por tanto, merecedoras de castigo. Esto explicaría su fuerte hostilidad hacia los demás y sus ataques injustificados de violencia contra compañeros y adultos.
Es importante señalar que la familia de un CYP implicado en conductas de acoso o de un cyberacosador implicado en conductas de acoso es también una familia que experimenta dificultades. En general, cuando los jóvenes son tan agresivos y opuestos a las normas sociales, es porque incluso dentro de su realidad familiar, hay problemas en los que no hay reglas definidas y a menudo los jóvenes no sólo experimentan una condición de extrema negligencia, autonomía y autosuficiencia sin cuidados, sino que también se encuentran viviendo en un entorno sin reglas distintas y definidas.